jueves, 8 de octubre de 2015

Europa

UNA SEMANA EN LA VIDA DE HERA

UNA SEMANA EN LA VIDA DE HERA.


Esta semana ha sido bastante larga, creo que día a día he ido demostrando mis peores facetas, pero no dejaban de darme motivos para hacerlo, sobre todo Zeus, mi marido.
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Todo empezó el lunes por la mañana, nada más levantarme recibí una llamada de mi hermana Deméter, muy alterada me contó que Zeus había vuelto a hacer de las suyas,
ésta vez había dejado embarazada a Alcmena, no se muy bien que le vió a esa chica, la verdad es que yo soy mil veces más guapa que esa desvergonzada. Pero al saber que iba a dar a luz a un hijo de mi marido me entró mucha rabia y los celos se apoderaron de mi. Así que decidí utilizar unos de mis dones para que se le malformaran las piernas y así no poder tener a ese niño. En el momento en el que me disponía a hacerlo llamaron al timbre; era la sirvienta de Alcmena, no sé cómo descubrió lo que iba hacer, pero me comentó que el niño ya había nacido, hecho que después supe que no era cierto. La creí, aunque no sé muy bien porqué. Nada más descubrir que me había mentido, la convertí en comadreja; como he dicho antes tengo algún que otro don. Eso me enfureció aún más, así que decidí enviar dos serpientes a la cuna de Heracles, el niño, que nació horas después de decírmelo la comadreja mentirosa. - Pero al parecer había heredado la fuerza y valentía de su padre y lo encontraron con las dos serpientes muertas entre sus diminutas manos. De momento no volveré a actuar contra él, pero es tanta la ira que tengo hacia ese crío que tengo su muerte planeada para el futuro. Me fuí a dormir agotada después de un día tan duro, sin saber lo que me esperaba al despertarme.
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 Serían las seis de la mañana cuando Zeus se levantó de la cama de un salto, nervioso por un mensaje que acababa de recibir en su teléfono. Medio dormida le pregunté qué había ocurrido y me dijo que no me preocupara, que eran cosas suyas, así que no le di importancia y me di media vuelta para continuar durmiendo. Me levanté sobre las once , cuando me dirigía a la cocina escuché a Zeus hablando muy alterado por el móvil, me escondí detrás de la puerta para saber de qué se trataba; escuché como le decía a una mujer que no se preocupara, que yo no me iba a enterar, pero que él se iba a desentender de los gemelos. De repente, lo entendí, había vuelto a pasar, otra de sus amantes iba a dar a luz no uno, sino dos hijos suyos. La ira y los celos que sentía iban aumentando mientras escuchaba como le decía a esa mujer como debían ocultármelo, decidí hacerme la loca delante de Zeus, pero salí corriendo de casa dándole un excusa barata y me dirigí a todos los hospitales de la zona para que no la acogieran en ninguno y se tuviera que ir de la ciudad, incluso del país. - Después de comer me enteré por varias personas que se había ido a una isla perdida a tener a los niños; así que decidí enviarle hasta allí una Pitón para que la matara y quedarme tranquila, pero al parecer todos los hijos de mi marido heredan su fuerza o algo similar y consiguieron proteger a su madre. De momento no se nada más de ella ni de sus hijos, pero tengo pensado enviarles a un matón gigante que he encontrado en internet. Él seguro que consigue matarlos a los tres. Ya veremos que pasa… Eran las doce de la noche cuando Zeus llegó a casa, intentó explicármelo, pero solo consiguió cabrearme aún más. Así que le ignoré y le dije que esa noche no hacía falta que se molestara en venir a la cama a dormir, que el sofá también era cómodo.

El miércoles y el jueves fueron algo más tranquilos y, después de hablar durante varias horas con Zeus, decidimos olvidar todo lo que había pasado a cambio de una promesa que le obligué a firmar por escrito. Sé que no la cumplirá, estoy segura, pero espero que aunque sea por poco tiempo deje de irse con otras mujeres, solo sea un mes.
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El viernes por la mañana Zeus se fue a recoger a Tiresias al aeropuerto, un amigo suyo de la infancia bastante raro, todo hay que decirlo. Pues se ve que antes era una mujer y decidió operarse para cambiar de sexo. Llegaron sobre las dos; durante la comida, no se muy bien cómo, salió el tema del sexo, Zeus decía que somos las mujeres las que lo disfrutamos más y claro, una cosa llevó a la otra y terminamos discutiendo, como siempre. Al final, Tiresias se hartó de vernos discutir y dijo que él sabía bien quién disfrutaba más, ya que él había experimentado el sexo como hombre y como mujer. Dijo que éramos las mujeres las que gozamos más, y eso me enfureció; me estaba llamando mentirosa, cosa que nunca he tolerado; tanta fue mi ira que cogí el tenedor con fuerza y se lo clavé en los ojos dejándole ciego por completo. La verdad es que no me arrepiento, se lo tenía merecido.

Zeus se enfadó muchísimo conmigo y decidió irse un tiempo. Esa noche dormí sola y al no verle el sábado a mi lado pensé que nuestra relación había llegado a su fin. - Decidí que sería bueno presentarme a un concurso de belleza para subirme la moral, pero no fue así, ganó una tal Afrodita, aunque yo había sobornado al jurado.

Ahora estoy muy cansada, pero me voy a vengar de ese tal Paris al que soborné. -






HESTIA

HESTIA
En estos tiempos, las diosas ya no se veneran ni tampoco se les dan ofrendas; se ven como seres mitológicos que no se sabe a ciencia cierta si existen, o  solo se usan para contar historias.


Yo voy a hablar de Hestia, la mayor de las tres hijas de los titanes Cronos y Rea, era la diosa del hogar y de la vida hogareña.
Su símbolo principal era el fuego, y era seguida por seis sacerdotisas vestales, como ella, que guardaban su virginidad.
El fuego eterno se utilizaba para simbolizar el bienestar y el poder de la ciudad de Roma.




Nunca intervenía en guerras o disputas, era una diosa pacífica que permanecía siempre en el Olimpo
cosa que tiene que ver conmigo ya que no me suelo meter en problemas, por eso la elegí, porque se parece a mi.




Una de sus historias más conocidas pasó cuando hubo una fiesta o reunión de dioses, en la que Hestia se quedó dormida mientras Príapo, un dios menor de la fertilidad, representado como un falo, intentaba acercarse a ella para violarla. Pero ésta escuchó el sonido de un asno, y despertó, gritó, y consiguió que este se marchara.


https://es.wikipedia.org/wiki/Hestia

POWERPOINT PRESENTACIÓN 


Power Point y trabajo de Atenea hecho por Carla Egea




ATENEA


La diosa por la cual me decidí fue Atenea también nombrada Minerva por los romanos. 


La elegí  porque me parece una diosa con mucha fuerza de voluntad, que no necesita un hombre a su lado para ser feliz ni para que la proteja. Ella misma se bastaba para protegerse y luchar contra viento y marea con todos o todo lo que hiciera falta. 

Su vida estuvo llena de hazañas, ya que nada más la sacaron de la cabeza de Zeus, su padre, ella ya soltó un grito de guerra e iba vestida con el casco y la lanza (sus atributos). 

Mi trabajo consistirá en transcribir la historia de la manzana dorada, la cual tendrá un desarrollo y un final distinto. 


Historia mítica: 

Sucedió durante la celebración de boda de Tetis y Peleo, cuando de repente apareció Eris la diosa de la discordia y como regalo de boda para los novios les dió una manzana de oro dejando el recado de : "Para la más bella". 

Hera, Afrodita y Atenea, se sintieron identificadas y reclamaban la manzana. Pero Zeus que se hallaba en el enlace, decidió sabiamente después de recapacitar que lo debía elegir alguien que fuera imparcial y ese no era otro que Paris, hijo de Príamo. Y para eso cada diosa debía ofrecerle algún regalo a cambio. Cuando cada diosa le ofreció su don. Este eligió a Afrodita ya que le ofrecía a la mujer más bella (Helena de Troya), aunque no sabía que por culpa de esta elección desencadenaría la famosa GUERRA DE TROYA. 




Érase una vez, hace muchísimos, muchísimos siglos, más de los que nos podemos imaginar, un bonito día donde el sol brillaba espléndidamente y los pájaros cantaban armoniosamente, era el día de la boda de Tetis y Peleo, una historia que comenzó con la negativa de Tetis a enamorarse de Peleo. Esta era una nereida, es decir, se podía cambiar de forma cuando ella quisiera. Una vez Peleo la amarró y Tetis para intentar deshacerse de él se convirtió en un calamar, pero Peleo no la soltó de ninguna manera y éste, cuando ella volvió a su forma de mujer, la tomó por la fuerza. Al final, eligieron a Peleo, ya que era un hombre inteligente y valiente para Tetis, aunque esta ni lo deseaba ni le prestaba el más mínimo interés. 

A pesar de todo, era la boda del año, en la cual estaban invitados todo el mundo tanto ninfas como diosas, dioses y los hijos de estos. Solo una persona fue considerada persona "non grata" en la boda y no era otra que Eris la diosa de la discordia. 

Iban todos con sus mejores galas, pero la que más impactó fue Atenea, incluso por encima de la novia, ya que nadie la había visto nunca sin su casco y su lanza. Pero en este caso se había puesto un vestido con tirantes de un color pastel que hacía resplandecer sus ojos azules y un recogido estilo heleno que dejaba ver perfectamente su hermosa cara. Todos los hombres casados o no, mayores o jóvenes la deseaban, y encima para ellos era además un reto ya que Atenea se había decidido a mantenerse virgen hasta su muerte. 

Fue tal la sorpresa, que Hera y Afrodita la odiaron en el mismo instante. Hera porque su marido Zeus, padre de Atenea, solo le prestaba atención a Atenea y Afrodita porque en esta ocasión, Atenea la había desplazado de su puesto como diosa de la belleza.

Una vez estuvieron ya desposados Tetis y Peleo, comenzó el convite, en el que había ambrosía como entrante,una mezcla cruda de agua, miel, aceite de oliva, queso y cebada;  seguido del plato principal que era ternera y cordero; de beber ofrecieron néctar, una bebida dulce hecha con miel fermentada. 

Al acabar, todos se sintieron bastante llenos y tras un rato de conversación junto con algunas copas de vino, los novios abrieron el baile armonizado por unas liras que sonaban como los ángeles. 

Una vez hubo acabado el baile nupcial, todos se pusieron en pie y continuaron con la fiesta. Bailaron como si no hubiera un mañana, Atenea estaba en su salsa, todos los hombres allí presentes deseaban estar un rato a solas con ella bailando para ver si la convencían de tener algo con ellos, pero ella era un alma libre y no le hacía falta nadie para divertirse y pasar un buen rato. De repente, se notó un aire frío que puso la piel de gallina a todos los allí presentes. Era Eris, la diosa de la discordia que traía un regalo;  el cual era una manzana con un recado: “Para la más bella”. Se sentía rechazada y repudiada por todos y quería vengarse por dejarla fuera de la boda y no había nada mejor que estropear la boda de una forma indirecta. 

Atenea, se sintió aludida al escuchar el mensaje que traía la manzana y fue a por ella sin pensarlo un momento, ella se sentía la más bella del lugar ese día y para ella era justo que fuera para ella. 

Luego, fue Hera a recoger la manzana, pensaba que al ser la mujer de Zeus, dios del Olimpo, le correspondía recoger esa manzana.

Y por último pero no menos importante, estaba Afrodita, que al ser considerada la diosa de la belleza, suponía que aquel regalo iba dirigido a ella.

Pero una vez llegaron las tres al lugar en el cual se encontraba la manzana de oro, se miraron con unas miradas, que si estas matasen ninguna habría podido obtener la manzana. Al ver esto, a Zeus le vino una visión y vaticinó que las tres diosas ocasionarían una gran disputa y eso conllevaría estropear la boda y también pensó que una elección errónea podría desencadenar una guerra.
Por lo que Zeus, se llevó a las tres diosas y pensó en Paris para hacer de mediador. Éste al principio se negó, ya que sería ponerse en contra a dos grandes diosas, que en un momento dado podrían perjudicarle en alguna situación delicada de su vida. Pero Zeus le aseguró que si le ayudaba, éste haría jurar a las diosas, que no fueran elegidas, que no tomarían represalias en contra de Paris.

Al aceptar Paris , cada diosa le tenía que dar algo como presente para que él pudiera elegir. 

La primera fue Hera, la cual le ofreció a Paris todo el poder que él quisiera, ya que al ser la mujer del dios del Olimpo, no habría inconveniente. Lo que ella no sabía es que esta ofrenda a Paris, molestaría tanto a Zeus que sentenciaría el juicio.

Seguidamente la siguiente en ofrecer alguna ofrenda a Paris fue Afrodita, la cual le ofreció a la mujer más bella de la tierra. De momento, ésta era la ofrenda que más había entusiasmado a Paris y la que tenía todas para ganar. 

Y por último, estaba Atenea, ella era una diosa que no era nada materialista, y no pensaba darle nada a Paris que no estuviera en su mano, como habían hecho las demás, ya que Hera dependía de Zeus para darle el poder, y Afrodita dependía de la situación civil y social en la que se encontraría la mujer más hermosa de todas. Por eso le ofreció la sabiduría, algo que ella sí le podía conceder. 

Paris, habló con Zeus y le dijo que pensaba elegir a Afrodita porque era la que más le aportaba con su ofrenda, a él le daba igual la sabiduría y el poder, este lo único que quería era a una mujer hermosa con la cual compartir buenos momentos y pasar el resto de sus días con ella. Zeus pretendió hacerle cambiar de opinión para que eligiera a Atenea, haciéndole ver que a través de la sabiduría podría enamorar a la mujer más bella sin necesidad de hacer uso de ninguna fechoría, pero Paris era un muchacho impaciente y aquello que deseaba lo quería en el momento. 

Cuando Paris fue a entregar la manzana a Afrodita, Zeus se metió en la cabeza de Paris, y éste inconscientemente le dió la manzana a Atenea. 

Zeus tenía predisposición para con su hija Atenea, y de esta manera ayudaba a Atenea a conseguir la manzana y a su vez perjudicaba a Hera, por ofrecerle algo que no dependía de ella sino de él y a Afrodita por no querer casarse con el hombre que Zeus había buscado para ella. 

Después del juicio, Paris se sintió despojado porque ya se había hecho ilusiones por conocer a la mujer más bella y que ésta fuera suya para siempre. Por otro lado, Afrodita y Hera odiaron a Atenea eternamente por ser la hija predilecta de Zeus porque hubiera accedido a que se amañara el juicio y a Zeus por utilizar su poder para interceder por Atenea, cuando se suponía que se había elegido a Paris para que fuera objetivo. 

Al ganar Atenea, no hubo Guerra en Troya, como vaticinó Zeus. La vida transcurrió con normalidad, aunque Zeus y Atenea se ganaron unos cuantos enemigos. 




Bibliografía:




Enlace del vídeo del power point: https://www.youtube.com/watch?v=ghCBP8riBjk



Presentación Power Point:


ESMERALDA (Afrodita)

Esta historia se remonta a los tiempos en los que María Estuardo, acababa de subir a la corona de Francia al morir el rey Enrique II en 1559.  Acababa de llegar a la corte francesa, un carruaje desde España, en cuyo interior iba la hija menor de una de las familias de nobles con más renombre del país. Esmeralda, que así se llamaba la joven, apenas tenía cumplidos los dieciocho años de edad, pero, ya era conocida por todos. No por ser una mujer suelta de faldas, como muchas mujeres solían ser conocidas, sino, porque desde su nacimiento, la magnitud de su belleza había llegado hasta las tierras más lejanas. Aquellas, incluso, que eran una incógnita o un mito para muchos. Su padre, el noble Uriel de Navarra, enseguida recibió peticiones de matrimonio de otras muchas familias. Pero él las declinaba todas. No se supo por qué, ni que acuerdo tuvo con la familia del joven Ernesto de Bayona, pero cuando ambos tenían seis años, sus familias acordaron que al llegar a los dieciocho años, ambos contraerían matrimonio en la corte francesa. Una gran comitiva estaba esperando para darle la bienvenida entre criados, y doncellas que se agolpaban en un pasillo; querían comprobar si era cierto lo que todos decían,  que aquella joven era tan hermosa, que podía eclipsar al mismo sol si se lo proponía. Incluso la misma reina ahora viuda, la Reina Catalina, que curiosamente se encontraba allí también, se quedó con la boca abierta al ver bajar del carruaje a la joven. La calurosa bienvenida se alargó, y Esmeralda, no era una mujer que rechazara alguna que otra fiesta, y menos en su honor. El salón principal del palacio estaba decorado con tapices y telas del mismo color de su nombre. En el centro de la sala, había servidos montones de platos diferentes sobre una larga mesa y, alrededor, todos los nobles y damas que vivían en la corte, se encontraban charlando entre ellos, mientras los sirvientes rellenaban sus copas sin tener que decirles nada. La mayoría de los solteros que allí había, se turnaban para poder entablar una conversación con aquella joven, de ojos color avellana, tez blanca, y pelo color oro, pero ella enseguida fijó los ojos en el guapo hijo bastardo del Rey Enrique, y hermanastro del ahora rey Francisco II de Francia, René, el cual era conocido por encabezar todas las guerras con su escudo, lanza y espada. Por suerte su futuro marido, no estaba allí para poder verlo, pero ambos se pasaron la noche entera entre risas, copas de vino y más risas. Todo el mundo pudo notar como entre ellos, había algo más que una amistad, aunque, René, sabiendo que esta iba a casarse, no intentó nada con la joven.


Todos los suspiros de Esmeralda, eran por el joven René, incluso, cuando su futuro marido Ernesto de Bayona llegó a la corte varios días después. Y más todavía, al verlo. Aquel hombre, era el ser humano más horrendo que la chica había visto. Lucía cabellos largos, poco o nada arreglados y cojeaba. Pero a pesar de ello, era un hombre bueno, cordial, y que sabía cuales eran sus responsabilidades. A pesar de ello, todo el mundo se compadeció de Esmeralda. ¿Qué haría la joven tan hermosa, casada con aquel adefesio?


Varios días después, la boda de ambos ya había sucedido. Nada más allá de lo normal. Primero la ceremonia ante el obispo y ante Dios. Después, un gran banquete con todos los lujos posibles, y más tarde la consumación. Ernesto irradiaba felicidad por todos los poros de su piel, pues se había casado con la mujer más bella. Pero en cambio, Esmeralda, no era tan feliz con aquello. Ella siempre había soñado con casarse con un hombre al que realmente amara, en pocas palabras con René.  


Si bien, hasta aquel momento a pesar de ser infeliz, Esmeralda tenía una vida privilegiada, pasados varios meses después de la boda, todo lo que en un principio a ella le parecía una buena vida, se convirtió en un calvario. René acabó por ceder ante los intentos de persuasión de Esmeralda, y más de una y dos veces acabaron en los aposentos del joven y apuesto bastardo. Y si bien, a René eso no le supondría nada, si llegaba a conocerse, la vida de Esmeralda correría gran peligro. Y desgraciadamente, así pasó.


Esmeralda siempre aprovechaba a que todo el castillo estuviese en total silencio, que todos estuvieran dormidos para así salir de la cama y escabullirse hasta donde la esperaba René. Pero una noche Ernesto despertó y viendo que su esposa no estaba a su lado, se marchó a buscarla por palacio. Algunas de las damas más ‘cotillas’ que ya sabían sobre el affair de la joven con el hijo bastardo del rey, pues había cosas que nunca podrían ser secreto, le contaron al joven y poco agraciado Ernesto donde estaba y que estaba haciendo. Este muerto de celos y de ira, decidió despertar a sus amigos nobles, con la excusa de que verían algo que jamás olvidarían. Tanto fue el revuelo causado por Ernesto aquella noche, que hasta el mismísimo Rey se interesó por ello y fue a ver aquel acontecimiento.


Una vez allí, Ernesto abrió la puerta de par en par, y allí se encontraban los dos amantes entre las sábanas de algodón propias de la realeza. Todos los allí presentes se quedaron muy sorprendidos. Ya que, la joven Esmeralda no parecía ser la típica chica que se metía en la cama de los demás teniendo un marido.

A partir de aquel momento, la vida de René y Esmeralda cambió, para mal. Ella fue condenada a muerte como era propio en la época por ser acusada de adulterio. Y René fue expulsado de palacio, y de todos los cargos que tenía, acabando tiempo después él también con su vida.




La vida de Artemis




ARTEMIS 

La diosa que he escogido es Artemis/Diana. He elegido a esta divinidad ya que bajo mi opinión es la más inteligente de todas ya que con tan solo 3 años le pidió a su padre seis deseos, que a mi parecer fueron deseos muy perspicaces para una niña de tan corta edad. 

La diosa Artemis es hija de Zeus y Leto y hermana gemela del dios Apolo. Fue la diosa de la caza, los animales salvajes, los nacimientos, la virginidad y las doncellas y aliviaba las enfermedades de las mujeres. Se la representaba bajo los rasgos de una cazadora joven, acompañada de un perro o de una cierva, vestida con un vestido chitón dórico solo hasta las rodillas, cuyos pliegues se recogían por debajo del pecho. Sus atributos son el arco, el carcaj, flechas, y la Luna creciente. 

Mi trabajo va a consistir en narrar la vida de Artemis, en algunos sucesos habrán invenciones mías. Cada suceso será un relato muy corto. 


LA VIDA DE ARTEMIS 

Fecha desconocida, Isla de Delos, Grecia

Leto en ese momento odiaba a todas sus fuerzas a Hera. La diosa enferma de celos la había prohibido dar a la luz en tierra firme o en una isla a los hijos que llevaba en su vientre debido a que estos niños eran hijos de Zeus, su marido. 

La culpa de que Leto se quedará embarazada fue culpa de su hermana Asteria. Zeus se obsesionó con Asteria e intentó violarla. Esta prefirió convertirse en codorniz, arrojarse al mar y convertirse en una isla llamada Ortigia. Leto no tuvo tanta suerte y fue violada por Zeus quedándose así embarazada. El odio de Hera era tan grande que persiguió a Leto y consiguió que nadie la ayudara durante el embarazo. Además, prohibió a su hija Ilitía, diosa de los partos, que la asistiera en el parto.

Y allí se encontraba, sola en la isla de Ortigia después de 9 días de dolores, esperando dar a luz. La isla había emergido de la profundidades del océano para ayudar a su hermana desobedeciendo así las órdenes de Hera. 

Cada vez las contracciones eran más fuertes y sabía que en nada vería por fin la cabeza de su hijo. Estaba tumbada en la arena empujando con todas sus fuerzas cuando sintió que su hijo salía. ¡Qué sorpresa se llevó cuando vio que era una niña! Decidió llamarla Artemis. De repente sintió más contracciones y conmocionada volvió a empujar con todas sus fuerzas. Artemis, recién nacida, ayudó a su madre a dar a luz a su gemelo como así habían predicho los dioses. 

- ¡Venga madre, empuje! - voceó Artemis. 

Leto todavía confusa porque estaba dando a luz a su segundo hijo se quedó todavía más estupefacta cuando oyó la voz de Artemis. Casi le da un infarto allí mismo. Supuso que si la niña con tan solo unos minutos de vida sabía hablar era debido a que era hija del poderoso Zeus. Y mientras pensaba esto tuvo lugar el nacimiento de su segundo hijo.

- Podrías llamar a mi gemelo Apolo. Es un bonito nombre, madre. 

- Cl..cla...claro que si, me gusta ese nombre, hija. 

Y allí tumbada en la arena de la Isla de Ortigia, Leto era la mujer más dichosa del planeta. La Isla pasó a llamarse Delos en honor de Apolo, el cual después de 4 días de su nacimiento mató a la serpiente Pitón, hija de Gea que había perseguido a Leto para matarla. 

3 años después, monte Olimpo, montaña más alta de Grecia

Artemis aunque tenía buena relación con su madre Leto, en ese momento vivía con su padre, el poderoso Zeus en el monte Olimpo. Zeus se enfrentó a Hera cuando decidió que sus hijos, Artemis y Apolo, vivirían con ellos. La diosa se lo tomó tan mal que estuvo un mes si hablar con su marido. 

- ¡Encima que me es infiel, tiene la desfachatez de decirme que voy a tener que ver corretear a esos pequeños bastardos por mi casa! - exclamaba furiosa a una de sus sirvientas.

En ese mes tuvo tiempo de aceptar la noticia, pero cuando los niños se trasladaron a vivir con ellos, Hera a la mínima que Artemis o Apolo hacían alguna travesura los azotaba.

Y allí se encontraba Artemis, en uno de los pasillos del Olimpo llorando por la azotaina que le había dado la bruja de su madrastra. Con tan solo 3 años de edad no entendía como la mujer de su padre la odiaba tanto. Artemis decidió que iría con su padre a que la consolara. Cuando llegó a la estancia en la que se encontraba Zeus aguardó a que su padre acabara de hablar con Hefesto

Cuando su padre divisó que su hija estaba allí, despachó con rapidez a su amigo. 

- ¿Qué sucede, hija?

- No me gusta Hera. - dijo la niña con una mueca. El padre se echó a reír. 

- Ya me he dado cuenta. Anda ven a sentarte al regazo de tu padre. - la niña acató feliz la orden. 

Estuvieron un rato hablando de cosas sin importancia cuando la niña sorprendió a su padre diciéndole: 

- Padre, me gustaría que me concedieras seis deseos. 

- Depende de cuales sean, hija. - exclamó Zeus.

- Vale, allá voy. Quiero permanecer siempre virgen; tener muchos nombres para que no me confundan con Apolo; ser ‘Dadora de Luz’; tener un arco y flechas, y una túnica hasta las rodillas para poder cazar; tener sesenta ‘’hijas de Océano’’, que tengan todas nueve años, para su coro; y veinte ninfas como doncellas para cuidar de mis perros y mi arco cuando esté descansando.

- Pero hija… - Artemis no le dejó acabar y siguió pidiendo.

- Ah bueno y otra cosa más, no quiero ninguna ciudad sino gobernar sobre las montañas, y también quiero el poder de ayudar a las mujeres en los dolores del parto.

Zeus estuvo un rato callado pensando, le había hecho gracia la petición de la niña y finalmente dijo:

- ¿Ya puedo hablar o vas a volver a interrumpirme? - mientras lo decía dejaba ver una sonrisa. 

- No padre, no le volveré a interrumpir, pero ¿me va a conceder los deseos? 

- Te voy a dar lo que me has pedido; es mucho, la verdad, pero me estás demostrando que estás creciendo. También te voy a dar 30 ciudades para que seas protectora, cuidarás los caminos y los puertos del mundo. Además ahí no acabará tu fama ni tu gloria ya que serán muchas las ciudades que pondré bajo tu protección. 

La niña completamente feliz se lanzó a abrazar a su padre mientras los dos reían a carcajadas en el Olimpo. 

Fecha desconocida, Templo de Artemisa 

La furia que sentía en ese momento Artemis era desmesurada. Tenía la sospecha de que una de sus doncellas estaba embarazada. La doncella en cuestión era Calisto. Estar embarazada en esa época no era un delito, es más, era un motivo de celebración. Pero era un motivo de festividad si no eras una cazadora perteneciente al cortejo de Artemis. Estas habían prometido ser castas para toda la vida y que la diosa se hubiera enterado de que una de sus seguidoras estaba encinta era una ofensa. Así que decidió zanjar el tema haciéndola llamar al salón de su templo.

Artemis se encontraba sentada en su trono tomando fruta junto a unas cuantas doncellas mientras estaba a la espera de que Calisto apareciera. Tras una charla sobre cosas banales las puertas del gran salón se abrieron y apareció Calisto con el rostro desencajado haciendo así que las voces cesaron de golpe. Artemis le hizo un gesto con el dedo para que se acercara. 

- Querida Calisto, voy a ser directa porque no tengo ganas de perder el tiempo. - dijo Artemis. - Me han llegado rumores de que estás embarazada. 

Calisto conmocionada no sabía qué decir así que optó por callarse. 

- Bueno, como no dices nada te ordeno que te quites la túnica. Necesito ver con mis propios ojos si estás embarazada. - ordenó Artemis enfurecida. 

Calisto, todavía impresionada por todo lo que estaba pasando, se quedó quieta, así que una de las doncellas se levantó y obedeciendo la orden de Artemis le quitó a Calisto la túnica dejándola así desnuda y expuesta ante los ojos de todas. Todas de inmediato repararon en el vientre redondeado de Calisto. Calisto intentó decir algo en su defensa pero Artemis le cortó gritando. 

- ¿Cómo has podido hacerme esto Calisto? Quiero una explicación de inmediato. 

Calisto decidió ser sincera y confesó la verdad mientras lágrimas caían por sus ojos. 

- Fue Zeus. Zeus me sedujo bajo la apariencia de Apolo. 

Artemis consciente de que no podría matar a su padre por la ofensa que había hecho decidió descargar toda su furia en Calisto. Y en ese momento, Artemis enfurecida determinó matarla como había hecho con todas las doncellas que no habían permanecido vírgenes como fue el caso de Mera, pero no la mató a la forma tradicional, no, la convirtió en oso y ordenó a su jauría de perros que acabará con ella.

Estas noticias llegaron al monte Olimpo, llegando así a los oídos de Zeus que conmovido por el fin que su deseo había provocado y para salvar a su hijo, transformó a la osa Calisto en la Osa Mayor otorgándole así la inmortalidad. 

Fecha desconocida, Bosques cercanos a la ciudad de Orcómeno 

Después de un largo día de caza Artemis había decidió darse un baño junto a sus ninfas. Estaban en un lago que había en el bosque, el paisaje era precioso y así se lo hizo saber una de sus ninfas a Artemis.

- ¿A qué sí? Es un lugar magnífico, adoro venir aquí. - dijo Artemis. - Además casi nunca pasan por aquí mortales. 

Decidieron desvertirse e irse a bañar. Entraron al lago y estuvieron un rato jugando a salpicarse el agua. 

Ese mismo día, Acteón, un joven de la familia real de Tebas que fue educado por el centauro Quirón había salido muy temprano a practicar sus actividad favorita, la caza junto a su jauría de perros. Cansado de estar todo el día de caso se encaminó hacia un lago que había cerca. Cuando llegó al lago se sorprendió de ver a unas mujeres bañandose. Su asombro fue todavía más grande cuando se percató de que las mujeres que había allí eran nada más ni nada menos que Artemis y sus ninfas. El joven no se retiró sino que se quedó contemplando la escena. Estaba fascinado por la belleza de esas mujeres, sobre todo por la hermosura de la diosa. Sin darse cuenta suspiró advirtiendo así a la diosa. 

Artemis se estaba riendo por una cosa que le había contado una de sus ninfas cuando oyó el suspiro de alguien que había detrás de un arbusto. Cuando miró más detalladamente se percató de que era un hombre. Salió enfurecida del agua y se puso la túnica, se dirigió al arbusto. Sus ninfas siguieron su ejemplo e hicieron lo mismo. 

- Pero, ¿qué se supone que estas haciendo, mortal? - gritó al borde de la histeria Artemis. 

- Yo...yo... yo no pretendía… - Antes de que Acteón pudiera seguir Artemis le había interrumpido.

- ¿Tu sabes quien soy yo? Soy la diosa Artemis y como tal me debes un respeto. - exclamó Artemis. 

Antes de que Acteón pudiera defenderse Artemis le volvió a interrumpir. 

- Nunca debes de enojar a una diosa, mortal. - dijo con una sonrisa malvada. 


Y en ese mismo momento, Artemis convirtió a Acteón en un ciervo por la profanación de ver su desnudez e invocó a la jauría de perros de Acteón para que le diera caza. El joven seguía teniendo consciencia humana e intentó que sus perros le dejarán pero estos no le reconocieron y le persiguieron hasta matarlo. Cuando ya estaba anocheciendo la jauría buscó desesperadamente a su amo por todo el bosque hasta que llegaron a la cueva donde vivía Quirón quien construyó una estatua a la imagen y semejanza de Acteón para que la jauría dejara de lamentarse. 





PRESENTACIÓN POWER POINT


Deméter y Perséfone

Deméter es la diosa griega de la agricultura, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones» en un himno homérico. Junto a su hija Perséfone eran los personajes centrales de los misterios eleusinos que también precedieron al panteón olímpico.

En la mitología romana se asociaba a Deméter con Ceres. Cuando se le dio a Deméter una genealogía, se dijo que era hija de los titanes Crono y Rea (hijos de Gea y Urano), y por tanto hermana mayor de Zeus.

El mito más famoso de Deméter, que da origen a los misterios eleusinos, es su relación con Perséfone, su hija, y ella misma de joven. En el panteón olímpico, Perséfone era hija de Zeus y consorte de Hades. Perséfone se convirtió en diosa del inframundo cuando Hades la secuestró en la tierra y la llevó con él.

He decidido elegir a este personaje, junto con su hija Perséfone, porque me pareció muy curiosa e interesante la historia de la creación de las estaciones.

He decidido crear una versión alternativa del famoso mito de El rapto de Perséfone, pero antes os pondré un pequeño resumen del verdadero mito:

Había una vez una diosa llamada Deméter, que tenía una hija preciosa que se llamaba Perséfone, de ojos verdes y cabellos largos y rizados. La pequeña vivía en el monte Olimpo con su madre, aunque a menudo bajaba a recoger flores con las amigas. Pero un dia, mientras estaba jugando con algunas ninfas, Plutón se enamoró de ella y bajó del inframundo para secuestrarla.
La madre, al enterarse, abandonó su tarea en el campo y la buscó por todos lados,. Ahí aparece el primer invierno. Cuando quiso devolver a su hija con ella, Plutón le dió unos granos de granadas. al probar comida del inframundo, no podías volver a la tierra. Su madre y Plutón hicieron un trato y su hija se quedaba unos meses en el Tártaro (invierno) y los restantes 6 meses con su madre (primavera y verano, ya que los griegos omitían el otoño, solo tenían 3 estaciones).

Los misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra.

BIBLIOGRAFIA

http://www.elolimpo.com/personaje/demeter

http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/demeter/

https://es.wikipedia.org/wiki/Perséfone

https://es.wikipedia.org/wiki/Deméter


RE-CREACIÓN DEL MITO DEL RAPTO DE PERSÉFONE


Hace millones de años, Deméter, la diosa griega de la agricultura, el ciclo de la vida y la fertilidad, dio a luz a una preciosa hija, junto con su hermano Zeus, a la que llamó Perséfone.

A pesar de ser una indefensa niña, su madre quería que Zeus la dejara bajar a la Tierra, pero él se negó. Cuando creció, de vez en cuando se bajaba con las ninfas a jugar como cualquier niña normal, a recoger flores por los campos, a bañarse en las bellas aguas de los ríos los días más calurosos del año…
Un dia, Plutón vió a Perséfone con las ninfas y sus hermanas, Artemisa y Atenea, mientras jugaban al escondite por el jardín y se enamoró de la hermosa niña. Pero claro, él vivía en el infierno y ella estaba en un mundo totalmente distinto. No podía llevársela con él asi como asi, entonces decidió que debía pedirle permiso a Zeus, el Dios de los dioses. De inmediato fue a visitarlo, y tras preguntarle por la hermosa Perséfone, Zeus no le dijo ni sí ni no, pero éste le guiñó un ojo. Plutón dió por hecho que ese gesto era un sí, de modo que aprovechó y fue a buscar a Perséfone. Justo en el momento en que la pequeña fue a coger un lírio, apareció una luz de una grieta del suelo y se tragó a Perséfone. Ésta se desmayó y despertó en el Tártaro junto con Plutón, que la convirtió en la diosa de los Infiernos.

Deméter recibió la noticia de que su hija había desaparecido unas horas después, cuando llamó a las niñas para cenar y Perséfone no apareció. Ésta inició unos laaaargos y tristes viajes en busca de su querida hija. durante todo este tiempo, la tierra se volvió estéril, dejando a los miles de humanos sin poder cultivar sus tierras y, por tanto, sin prácticamente alimentos.

Pasó un tiempo, y Zeus se arrepintió de lo ocurrido. Vió a su hermana tan triste y desolada por la pérdida de su hija que decidió actuar. Rápidamente llamó a Hermes, el mensajero de los dioses, para que fuese al Tártaro y ordenara la liberación de Perséfone. Pero ya era un poco tarde, la pequeña había celebrado su llegada y su proclamación como diosa de los Infiernos con un gran banquete y se había hartado de comida. Así que no podía regresar a la tierra, porque una vez comes comida de los infiernos, no puedes irte de ella.

Deméter, horrorizada por el hecho de que su pequeña no iba a volver nunca con ella, intentó hacer un trato con Platón. Perséfone se negaba a volver a la tierra, no porque no quería vivir con su madre, sino porque le encantaba ser la diosa de los Infiernos y se había enamorado de Plutón. En el Tártaro podía hacer lo que quisiera: bañarse en las aguas de lava con su barca, jugar con los gigantes… Ella estaba encantada de vivir ahí. Pero Deméter le enseñó cómo iba el mundo por abajo, y si ella no estaba con su madre, la tierra se volvía inútil y los humanos iban a acabar extinguiéndose por la falta de alimentos. Perséfone, deméter y Plutón decidieron reunirse para hablar del tema.

Decidieron, finalmente, que la pequeña pasaría tres meses en el Tártaro, y los seis restantes con su madre Deméter en la Tierra.

http://www.slideshare.net/judithfg/demter-y-persfone-53680701





La fealdad de Sara

La fealdad de Sara

Sara era la representación de la fealdad femenina.  Hija de Teobaldo, rey de Magnesia y la reina Elsa, los cuales tenían muchas posesiones porque su clase social era alta. Su verdadero padre era Marcelo. Lo que nadie sabía es que había seducido a su madre haciéndose pasar por su esposo. 
Sara nació de un huevo, por eso era tan pequeña y se parecía a un monstruo. Llegada la pubertad,  su padre quiso organizar un concurso para ver quién sería el elegido para su hija. El afortunado fue Eloy; tras su matrimonio accedió al trono de Magnesia. 
La visita inesperada de un príncipe tritonio de nombre David vino a romper la paz que había entre los magnesios y los tritonios. Ella se fijo tanto en él  y lo deseaba tanto que no podía disimular más; por esto tuvo que salir huyendo con él hacía Tritonia. La ira de su marido, Eloy, tuvo grandes consecuencias para Sara. Todos los amigos , príncipes vecinos y amigos de Eloy se embarcaron con una flota de mil naves hacia la ciudad que gobernaba Anselmo.
Estuvieron diez años bloqueando la entrada y salida del ejercito militar enemigo con inmensos episodios  bélicos . Cuando al fin los magnesios entraron en territorio enemigo , Eloy fue en busca de su esposa con la intención de vengarse de ella.
Pero su fealdad le paralizó , reaccionó rápidamente y recordó lo que le había hecho;  simplemente pensó en él , en el dolor causado y la mató. 
Finalmente,  tras enterarse Teobaldo y Elsa tuvieron tanto coraje que se fueron en busca de Eloy para matarlo.
Los padres de Sara sabían que estaba aún en Tritonia disfrutando de la victoria junto con sus amigos y príncipes aliados. En aquel momento sus acompañantes se habían ido a descansar del agotamiento ocasionado por la guerra,  y es ahí cuando Teobaldo y Elsa aprovecharon la ocasión para atacar. Le engañaron con una bellísima chica , Ester,  la que le llevó al sitio donde estaban ellos. Cayó en la trampa y  consiguieron  vengarse de la terrible desgracia que había causado a su familia y a su reino.